En un bosque denso y un terreno con forma particular de triangulo, se encuentra la casa Sanchez Oteiza. Dado que estar inmerso en un bosque es algo extraordinario pero a la vez lúgubre, es que este proyecto se posa en 3 niveles para estar inmerso en el bosque sin sacrificar luz natural. El primer nivel es de acceso, estacionamiento y bodega. El segundo alberga espacios comunes y el tercero el dormitorio principal. Este “cubo nórdico” -nombre por su apariencia y preferencias estéticas del cliente- tiene unas proporciones que le permiten ser muy eficiente en términos energéticos y albergar los recintos de forma eficaz, sin tener que usar mucha superficie en el terreno y evitar así la profanación del bosque que lo circunda.